jueves, 5 de agosto de 2010

RETIROS

"Cuarteto Salamanca". Ciclo Conciertos Aureo Herrero. El Barraco (Ávila)

Pepote se ha retirado a El Barraco. Allí pasará el verano, entre La Cebrera y El Coto, intentando curarse de sus males. A ello contribuirán los conciertos de Don Áureo Herrero. Recobrada la paz y el bienestar, volverá a su trabajo de funcionario, donde le esperará el tren que le toque de la reforma laboral.

El verano es una estación de retiros. Los mejores, los más deseables, son los que llegan en trenes cargados con principios que se abren a la vida, como espigas en su álgida madurez, preñadas de pan, de alimento conciliador. Su estancia será corta, pero festiva y placentera, como este veraneo de Pepote y el de muchos viajeros con billete de ida y vuelta, de esperanza, con deseos de volver a empezar.

También a la estación del verano llegan trenes que cierran muchas biografías. Serán como las espigas segadas antes de granar, o como las olvidadas en los sembrados hasta las lunas de otoño. Unas, por tempranas, y otras, por tardías, acabarán convertidas en mieses vanas, insensibles bajo los pedernales del trillo. Muchos humanos, unos en la mejor flor y otros con el tallo a punto de quebrar, también acabarán agostados en el epílogo del viaje definitivo, sin retorno, sin granos que aportar a la sementera de la vida.

Ningún labrador avezado segará sus cosechas a destiempo. Eso sólo lo hacen los recolectores de poltronas, retirando a trabajadores con mucho fruto en las trojes del saber, que se pierde en los lodos de las prejubilaciones, o legislando que la flor de muchos veteranos, en edad de sol y parque, se marchite en las tormentas del destajo engañoso, impagado.

Estos currantes, instrumentos políticos, después de tanto sembrar, sólo habrán llegado a una estación con paneras vacías y trenes rotos, con destino a ninguna parte.