jueves, 13 de enero de 2011

LOS BANCOS INMOBILIARIOS

Hay casas que nadie las compra; otras, como esta, no se venden

Expreso mi agradecimiento más sincero a los lectores que se han acercado a estas páginas. María Eugenia Adame, de Almendralejo, muy interesada, me pide que explique “por qué los bancos afectados por el sector inmobiliario ofrecen panoramas peligrosos” (Ver Jueves, día 30-12-10). A ello voy.

Todos sabemos que el negocio inmobiliario fue el motor de la economía española durante muchos años. Se construyó tanto, que en algunas capitales de provincias hay ahora más viviendas que habitantes. Muchas de esas viviendas están sin vender. Los compradores se apartaron del mercado cuando empezó esta crisis que padecemos en medio mundo.

La mayoría de las construcciones estaban financiadas a 80/20: 80% con préstamos hipotecarios subrogables a largo plazo; el 20% restante lo aportaba la empresa promotora. Ésta recuperaría su dinero, más los beneficios, cuando vendiera y firmara las escrituras de compra-venta, y a partir de ese momento los compradores devolverían al banco el préstamo, más los intereses, mediante cuotas y plazo pactados.

Con las casas sin vender, las empresas implicadas no pueden recuperar su dinero y los bancos, tampoco; pero estos siempre cobran. En este caso, con los pisos. Así garantizan su inversión y no descubren los ratios de morosidad, síntoma de ineficacia. Bien, pero muy mal, porque con esto los banqueros han incorporado a sus activos el valor de las viviendas que financiaron, pero no tienen dinero; y así no pueden dar crédito ni hacer préstamos a empresas que han sido siempre productivas, y que ahora, por falta de la financiación que siempre tuvieron, están cerrando y dejando a sus trabajadores en paro. Un panorama, como decía, peligroso y desolador, ¿no?

Creo que me he explicado con suficiente claridad.


(C) Alejandro Pérez García